A mediados de noviembre del año pasado, el rotativo online Phoronix (dedicado a la actualidad del universo GNU/Linux y a las reviews de distribuciones) se hacía eco de la existencia de un parche para el núcleo (kernel) Linux, de a penas poco más de 200 líneas de código, que permitía aumentar notablemente el rendimiento de la computadora en momentos de gran carga de trabajo.
La función de dicho código fuente es reagrupar las tareas a realizar por la CPU ordenándolas en grupos de forma que tengan mayor prioridad las tareas interactivas y no aquellas que se ejecutan en background. Solo esto ya da una sensación de mayor fluidez al trabajar con un sistema informático multitarea.
Como resultado de la aplicación de este parche en varias distribuciones, se constató que el rendimiento del escritorio aumentaba en gran medida, y que, por ejemplo, la renderización de páginas web se volvía más rápida y eficiente. Pero la inclusión de dicho parche debía realizarse manualmente, bien por el usuario interesado recompilando manualmente el núcleo (algo que no se encuentra al alcance de cualquiera), o bien por los responsables de las distribuciones. Esto dejará de ser así gracias al kernel 2.6.38, en el cual ya se incluye nativamente dicho parche.
En el futuro, y a medida que esta versión del núcleo se vaya implementando en las distintas distribuciones, los sistemas GNU/Linux se volverán más rápidos, algo que se notará especialmente en los escritorios, lo que los hará más atractivos para los consumidores finales.
Otra de las novedades destacables del kernel 2.6.38 es la inclusión de soporte para los procesadores Fusion de AMD, una arquitectura que combina CPU y GPU en una sola pastilla y que, hasta la fecha, está provocando buenas críticas y levantando expectación.
fuente:www.imatica.org
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