miércoles, 23 de marzo de 2011

El desastre japonés es utilizado como gancho para el malware


La infamia humana no se conmueve, ni siquiera, con catástrofes de tal magnitud como la que en fechas recientes ha sufrido Japón, con un terremoto, el consiguiente tsunami y el aún candente peligro nuclear. Obviamente, y si empezábamos estas líneas hablando de la infamia, también debemos reconocer que la solidaridad (que también la hay) se ha puesto en marcha, y que se están llevando a cabo campañas para recoger todo tipo de ayudas destinadas al país del sol naciente. Y es, precisamente, de estas de las que se valen los creadores de malware (aquellos a quienes hemos llamado infames) para “sacar tajada” del desastre.
Según informa Kaspersky Lab, los crackers han creado 1,7 millones de páginas fraudulentas, están haciendo circular campañas de spam y estafas online y se han registrado más de 50 dominios falsos para conseguir datos de donantes incautos.

Kaspersky Lab ofrece algunos consejos para evitar que aquellos que quieren colaborar solidariamente con las víctimas de Japón sean estafados por la ciberdelincuencia:

  • Infórmate primero sobre quién es el destinatario de tu donación. Los estafadores pueden crear tiendas virtuales para obtener información de tu tarjeta de crédito.
  • Antes de proporcionar información personal o financiera, conviene leer la política de privacidad del sitio y entender perfectamente cómo será almacenada y tratada tu información.
  • Asegúrate de instalar y mantener tu software anti-malware actualizado con las últimas firmas en tu ordenador. Eso te ayudará a estar protegido frente a los virus y la pérdida de datos por parte de troyanos que roban información financiera sensible.
  • Utiliza una tarjeta de crédito que disponga de una línea de crédito baja sólo para las operaciones online.
  • Acostúmbrate a utilizar diferentes contraseñas en cada tienda online y, si es necesario, anótalas y guárdalas en un lugar seguro.
  • El teclado virtual es una opción que te dan algunas soluciones de seguridad y que se utiliza para introducir nombres de usuario, contraseñas y otro tipo de información identificativa de forma segura cuando se utilizan servicios basados en Internet (tales como servicios de email, sistemas de banca online, redes sociales, etc.).
  • Asegúrate de que tu operación esté encriptada y que tu privacidad está protegida. Fíjate en la URL que aparece en tu navegador y asegúrate de que la dirección empieza con "https://" y tiene el icono de un candado cerrado en la parte derecha de la barra de direcciones o en la parte inferior de la ventana del navegador. 

  • fuente: www.imatica.org




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